Sada Abe, ex prostituta sumamente popular en Japón, logró invertir una ecuación muy delicada en lo que se refiere a estructuras de poder. Pese al abuso de poder y los episodios de acoso y humillación resultantes, nuestra protagonista toma riendas de la relación, invirtiendo los polos tradicionales de la economía del trabajo sexual. En el desarrollo de la película En el imperio de los sentidos deNagisa Oshima, coexisten escenas violentas, pornográficas y políticamente incorrectas. Las mismas, que integran la totalidad del proyecto, siguen siendo censuradas hasta el día de hoy en varios países, inclusive el nipón. Sin embargo, ninguna que no pueda ser identificada en producciones más o menos mainstream como las de directores como Lars Von Trier, Gaspar Noé o el mismísimo Michael Haneke. Entonces, ¿por qué, según Michael Haneke, una película como En el imperio de los sentidos no podría ser filmada hoy?
Sada Abe, ex prostituta sumamente popular en Japón, logró invertir una ecuación muy delicada en lo que se refiere a estructuras de poder. Pese al abuso de poder y los episodios de acoso y humillación resultantes, nuestra protagonista toma riendas de la relación, invirtiendo los polos tradicionales de la economía del trabajo sexual. En el desarrollo de la película En el imperio de los sentidos deNagisa Oshima, coexisten escenas violentas, pornográficas y políticamente incorrectas. Las mismas, que integran la totalidad del proyecto, siguen siendo censuradas hasta el día de hoy en varios países, inclusive el nipón. Sin embargo, ninguna que no pueda ser identificada en producciones más o menos mainstream como las de directores como Lars Von Trier, Gaspar Noé o el mismísimo Michael Haneke. Entonces, ¿por qué, según Michael Haneke, una película como En el imperio de los sentidos no podría ser filmada hoy?
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