Ras
por Nacha Canvas
Una serie de esculturas se presenta como estadios de una atmósfera mental / material imposible de clasificar. Por lo tanto la resonancia de las palabras sugiere siempre una articulación destinada a fracasar. Lo que parece ponerse en relieve en la serie es el punto de contacto entre una acción o pensamiento y su trazo visible, impreso. El elemento invisible de la obra adquiere una relevancia clave en tanto modelador de la forma final de la materia. La forma visible que arroja la pregunta obligada sobre la acción que la precedió. Sobrevolando la acción física y la materialidad resultante, se encuentran el carácter y el temperamento que rigen el conjunto. Tracción, propulsión, esfuerzo, envión, voluntad.
El material elegido es la arcilla, y lo que se revela es su condición de mutante. Absorbente, permeable, plástica, líquida, sólida, evaporada, cuarteada, prensada, el ciclo de estadios de la arcilla y su reciclaje es infinito. Estas 5 esculturas están trabajadas con arcillas de distintos lugares del país, cada una con una coloración propia. Una gama mineral desplomada en porciones sobre estructuras de hierro. Al lado, una serie de obras en papel, podrían interpretarse como una colección de alegorías arquitectónicas. Imágenes que deletrean signos provenientes de un archivo fotográfico y que en su totalidad sugieren una lectura hipertextual codificada de un espacio indeterminado, pero invadido por pistas y gestos.
Orden, catátrofe, vacío, espacio, tiempo, cambios de perspectiva, cambios de geografía. Esta muestra evoca movimientos que ejercen una fuerza de erosión, mutación y moldeado permanente de la imagen.
13 DE SEPTIEMBRE - 4 DE NOVIEMBRE 2017
Ras
por Nacha Canvas
Una serie de esculturas se presenta como estadios de una atmósfera mental / material imposible de clasificar. Por lo tanto la resonancia de las palabras sugiere siempre una articulación destinada a fracasar. Lo que parece ponerse en relieve en la serie es el punto de contacto entre una acción o pensamiento y su trazo visible, impreso. El elemento invisible de la obra adquiere una relevancia clave en tanto modelador de la forma final de la materia. La forma visible que arroja la pregunta obligada sobre la acción que la precedió. Sobrevolando la acción física y la materialidad resultante, se encuentran el carácter y el temperamento que rigen el conjunto. Tracción, propulsión, esfuerzo, envión, voluntad.
El material elegido es la arcilla, y lo que se revela es su condición de mutante. Absorbente, permeable, plástica, líquida, sólida, evaporada, cuarteada, prensada, el ciclo de estadios de la arcilla y su reciclaje es infinito. Estas 5 esculturas están trabajadas con arcillas de distintos lugares del país, cada una con una coloración propia. Una gama mineral desplomada en porciones sobre estructuras de hierro. Al lado, una serie de obras en papel, podrían interpretarse como una colección de alegorías arquitectónicas. Imágenes que deletrean signos provenientes de un archivo fotográfico y que en su totalidad sugieren una lectura hipertextual codificada de un espacio indeterminado, pero invadido por pistas y gestos.
Orden, catátrofe, vacío, espacio, tiempo, cambios de perspectiva, cambios de geografía. Esta muestra evoca movimientos que ejercen una fuerza de erosión, mutación y moldeado permanente de la imagen.
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