La Imagen Manual
De Anahí Ojeda
Texto Martín Sichetti
La Imagen Manual
... ¡Si pudieras ver lo que yo he visto con tus ojos!
Roy Batty, Blade Runner (1982) de Ridley Scott.
En el libro “El cine según Hitchcock” de Truffaut, el director explica claramente, mediante un ejemplo simple, qué es el suspenso. En síntesis: el narrador brinda información a la audiencia, lo hace cómplice del relato generándole emociones. Es un ida y vuelta entre el elemento (la película en sí) y la pulsión escópica humana (la mirada) cuya finalidad es el golpe de efecto que se logra mediante la manipulación cognitiva del espectador.
Partiendo de esta idea de intercambio entre la obra y el sujeto, y de cómo se afectan unos a otros, Anahí Ojeda decide trabajar una pieza audiovisual que se nutre del lenguaje cinematográfico de género, pero también de la mirada y la visión desde el punto de vista de la cultura mainstream: las imágenes se imponen sin poder evitarlo.
Tomando como ejemplo el clásico de culto “Los ojos de Laura Mars” (1978) de Irvin Kershner, la mirada puesta al servicio del suspenso genera impotencia y terror cuando su protagonista, una famosa fotógrafa de modas, por una razón sobrenatural e inexplicable, experimenta visiones en las cuales presencia una serie de asesinatos a través de la mirada subjetiva del asesino.
En la escena final del thriller de suspenso más taquillero de los 90s, “El silencio de los inocentes” (1991) de Jonathan Demme, el asesino acecha a la protagonista, la observa a través de sus anteojos infrarrojos, ella lo siente, pero no puede verlo. Y el público ve a través de esos ojos asesinos a la víctima indefensa; la excitación de ser partícipe de la historia en su grado máximo, en la piel del victimario y sintiendo empatía por la víctima, todo al mismo tiempo. Demme va un paso más allá del clásico suspense, trabajando también desde la mirada, no de un modo formal convencional, aquí los actores en varias escenas miran a cámara, es decir, al público.
En “La imagen manual”, Anahí utiliza dichos recursos formales propios del cine como el plano secuencia estilo dogma, un plano cerrado que angustia y oprime, y los transforma en una experiencia en la que el espectador será, como en una película de suspenso, testigo y partícipe del acontecimiento.
Martín Sichetti, noviembre 2022.
Texto Martín Sichetti
2 DE DICIEMBRE 2022 - 23 DE FEBRERO 2023
La Imagen Manual
De Anahí Ojeda
Texto Martín Sichetti
La Imagen Manual
... ¡Si pudieras ver lo que yo he visto con tus ojos!
Roy Batty, Blade Runner (1982) de Ridley Scott.
En el libro “El cine según Hitchcock” de Truffaut, el director explica claramente, mediante un ejemplo simple, qué es el suspenso. En síntesis: el narrador brinda información a la audiencia, lo hace cómplice del relato generándole emociones. Es un ida y vuelta entre el elemento (la película en sí) y la pulsión escópica humana (la mirada) cuya finalidad es el golpe de efecto que se logra mediante la manipulación cognitiva del espectador.
Partiendo de esta idea de intercambio entre la obra y el sujeto, y de cómo se afectan unos a otros, Anahí Ojeda decide trabajar una pieza audiovisual que se nutre del lenguaje cinematográfico de género, pero también de la mirada y la visión desde el punto de vista de la cultura mainstream: las imágenes se imponen sin poder evitarlo.
Tomando como ejemplo el clásico de culto “Los ojos de Laura Mars” (1978) de Irvin Kershner, la mirada puesta al servicio del suspenso genera impotencia y terror cuando su protagonista, una famosa fotógrafa de modas, por una razón sobrenatural e inexplicable, experimenta visiones en las cuales presencia una serie de asesinatos a través de la mirada subjetiva del asesino.
En la escena final del thriller de suspenso más taquillero de los 90s, “El silencio de los inocentes” (1991) de Jonathan Demme, el asesino acecha a la protagonista, la observa a través de sus anteojos infrarrojos, ella lo siente, pero no puede verlo. Y el público ve a través de esos ojos asesinos a la víctima indefensa; la excitación de ser partícipe de la historia en su grado máximo, en la piel del victimario y sintiendo empatía por la víctima, todo al mismo tiempo. Demme va un paso más allá del clásico suspense, trabajando también desde la mirada, no de un modo formal convencional, aquí los actores en varias escenas miran a cámara, es decir, al público.
En “La imagen manual”, Anahí utiliza dichos recursos formales propios del cine como el plano secuencia estilo dogma, un plano cerrado que angustia y oprime, y los transforma en una experiencia en la que el espectador será, como en una película de suspenso, testigo y partícipe del acontecimiento.
Martín Sichetti, noviembre 2022.